Por: Vicente Sánchez Vásquez
Asesor del Gobierno Regional de Lima
En la edición de El Chaski del 14 de diciembre, Javier Iván Arenas aventura un relato pesimista de la gestión regional que no se condice con los hechos. No voy a pretender una visión “objetiva” porque integro la actual gestión y obviamente es una opinión de parte. Aun así, es una opinión basada en hechos que son perfectamente verificables.
Es preferible pecar de “voluntarismo” que pecar de narcisismo
Nelson Chui tiene un estilo personal de gestión que en comparación con los 4 años anteriores de presidencia a medio tiempo, frivolidad y autobombo publicitario, resaltan sin necesidad de hacerle ningún culto a la personalidad. Arenas lo llama “voluntarismo”. La pregunta es: ¿Y? Es preferible mil veces un Chui “preso del voluntarismo” trabajando a tiempo completo de lunes a domingo (porque él quiere), que un Alvarado preso de su megalomanía y narcisismo que llevó a la Región al “cuatrienio inútil” pese a más gastos de publicidad que lo que gastaron Mufarech y Chui juntos del 2002 al 2010.
¿Administrar en vez de gobernar?
Si Nelson Chui no tuviera una visión de gobierno hubiera hecho con el hospital de Cañete lo que le hicieron a Alan García con su tren eléctrico: paralizarlo por décadas. Pero en vez del revanchismo primó la visión de estadista. Es más, hay que recordar que Alvarado dejó para esa obra solo 80 millones necesitándose 115 millones, consiguiendo el Gobernador el saldo y hoy la obra se encuentra en plena ejecución, y a más tardar el 2017 estará ya al servicio de la comunidad.
Si no tuviera una visión de gobierno, Nelson Chui no habría conseguido 52 millones de soles adicionales a punta de gestión, de tocar puertas, para proyectos de inversión que serán realidad a corto plazo, en un momento en que la economía está paralizada y el gobierno nacional ha retrocedido a un centralismo inaceptable.
Si no hubiera visión de gobierno, la gestión no se plantearía impulsar los corredores transversales, la carretera longitudinal de la sierra, la conexión con la Bioceánica y los proyectos ferroviarios incluyendo los trenes de cercanías. Claro que no hay capacidad de endeudamiento regional, son obras de dimensión nacional algunas incluso con financiamientos que deben hacerse de país a país, pero hay que empezar, hay que tocar puertas y hay que empujarlas. Ahora no solo los ministros hablan de los trenes de cercanías, también los candidatos hablan hasta de “trenes bala”. Si se entendiera que el Perú es el país más atrasado en estructura ferroviaria en América Latina y que en nuestra región la articulación vial está también muy atrasada, se vería la importancia de que estos temas estén en la agenda regional. Y tan o más importante que eso, Nelson Chui no inaugurará esas megaobras como Gobernador Regional, pero está convencido de que hay que iniciar esos procesos. Claro, son gestiones “que no se ven” el 2015, pero eso es preferible a canibalizar el presupuesto y convertir al gobierno regional en una municipalidad más, como lamentablemente pasa en varios gobiernos regionales actuales.
Convertir el crecimiento en desarrollo
El camino para convertir el crecimiento en desarrollo no es solo plata: también es voluntad política, planificación, equipo de gobierno y participación ciudadana. Es cierto que seguridad es uno de los temas que la población valora como de bajo rendimiento, pero hay que recordar que la gestión anterior por revancha política entregó todos los vehículos a la policía y el presupuesto 2015 que ellos aprobaron prácticamente no consideraba este tema. Pero en educación se ha cumplido el 93% de los compromisos de desempeño del MINEDU, se va consolidando la Currícula Regional, se ha elevado la cobertura de asistencia escolar, y se busca llegar a tasa cero de analfabetismo. En salud, además del hospital de Cañete, PAR Salud ha licitado la factibilidad del Hospital de Huacho, y se firmarán los convenios para elaborar los estudios de los hospitales de Huaral y Matucana. Con el hospital de Barranca, si hubiera una mayor cooperación de la municipalidad provincial se avanzaría más. En cuanto a desarrollo productivo sí hay que decir que el enfoque de cuencas, la prioridad de siembra y cosecha de agua son lineamientos esenciales para poder hablar de desarrollo.
Prevenir antes que lamentar
Aunque el Fenómeno del Niño viene reduciendo su dimensión notablemente, la gestión regional sí ha tomado necesarias medidas de prevención: compra de pool de maquinarias (si la gestión anterior no hubiera desaparecido 25 máquinas ni permutado 20 no hubiera sido necesaria la compra), destinar 7,3 millones para actividades de prevención, trabajos previos de descolmatación, enrocado y encausamiento, y preparación del sistema de defensa civil con almacenes adelantados bien equipados. Aunque el Niño ya no sea tan extraordinario, el GRL sí está preparado para cualquier eventualidad.
Estadísticas que nos olvidan
Actualmente el INEI nos hace parte de una sola estadística con Lima Metropolitana, lo que nos impide acceder a recursos para el desarrollo humano en favor de tantos pueblos marginados. Eso está cambiando rápidamente por gestiones del Gobernador Regional, y a partir del 2016 podremos acceder a recursos del MIDIS, FONIE y el FED. Está demás repetir los beneficios que nos daría que el Congreso apruebe el cambio de nombre de la región.
Sí deseo celebrar la atención de la deuda social a los maestros
La decisión de destinar 12 millones de soles al pago de la deuda social a los maestros es una decisión política. El gobernante pudo decidir pagar 2 millones o 4 millones. Decidió destinar 12 millones, a partir de la idea de ser uno de los sectores sociales más olvidados por la política gubernamental. Pero este acto de justicia es sobre todo un lineamiento de política de gobernar para los excluidos. No son todos pero está claro que Chui no lidera un gobierno tecnocrático sino uno socialmente responsable.
¿Y por qué no celebrar sobre la sede regional?
Por último, 4 años tuvimos un palacio regional sin funcionar, sólo por el capricho del anterior gobernante. Poner en funcionamiento la sede regional de Agua Dulce no sólo puso en funciones un activo de millones de soles sino que, lo más importante, cerró (esperemos que definitivamente) un conflicto innecesario entre hermanos del norte y del sur que nunca debió suceder.
¿Redimirse o trabajar más?
Concluye Arenas con la pregunta de si Nelson Chui tiene tiempo para redimirse. Creo que esa no es la pregunta correcta. En el 2016 el presupuesto de inversiones será menor que este año, el cambio de gobierno prácticamente “enfriará” al gobierno nacional el primer semestre, y la economía seguirá en piloto automático y a la baja. A diferencia de la economía de vacas gordas que gozó Alvarado, éstos son tiempos de “vacas flacas”. La pregunta correcta por tanto es: ¿avanzará más? Y la respuesta es que pese al entorno difícil que marcará el 2016, hay que avanzar (y celebrar) trabajando más, con visión de futuro y voluntad persistente en el tiempo.