Quiero compartir el dolor de mi hijo con ustedes. Me llena de ira el accionar de algún desequilibrado que pensando vengarse o molestar, tomó las vidas de Bruno y Michi, mascotas de mi hijo Piero y las asesinó. No para comer, solo una sed de venganza lo llevóHijo mío; Muchos compromisos asumo desde hoy, ya los comentaremosjueves 23 de julio de 2009
Hasta Siempre
Me imagino que ya debes estar tranquilo, echado panza arriba, jugueteando en algún lugar al que siempre quisiste ir. ¿Sabes? No todo ha acabado, sé que un día te volveré a ver y podré darte las tan cuantiosas raciones de galletitas que pedias, por lo menos, 10 veces al día; también te rascaré la panza (así me muerdas); te haré caso cuando me llames a dormir; te tomaré fotos cuando hagas tus berrinches para comer un poco más; te seguiré abriendo la ventana de mi cuarto para cuando vuelvas de tus peleas o tus salidas con gatas, y prometo no renegar más; prometo también que cuando te pongas belicoso y no dejes de morder, no te gritaré, sólo también te morderé.
Como te he contado ya varias veces cuando comiendo un bisteck mirabamos T.V, quiero más a los animales que a las personas; me parecen mejores seres, más leales, más inocentes. Y es quizá esta la causa del desborde frenético de mis lágrimas ayer. ¿Te preguntas por qué? No te imaginas lo difícil que fue verte ahí, en la camilla, luchando por quedarte aquí, aferrándote con cada uña a la vida. Noté que tu condición de macho no te permitía dejarte atender muy bien, tu orgullo hacía que te quieras safar y cuidarte solo.
El peor momento fue cuando parecía que te ibas. Tus pupilas inundaron tus ojos, el celeste de estos se perdió en la negrura de la muerte. Tu boca, la misma con la que me mordías los pies todas las noches al mínimo movimiento de ellos, seca. Me dolió verlo y me duele decirlo ahora. Pero tú sabes que no eres un gato normal, y quizá por esta misma razón te tildaron a veces de soberbio; hasta mi tío Fredy, que odiaba a los gatos más que a nada, logró enamorarse de tí la primera vez que te vió "Es que este gato tiene algo"- dijo. Por ser un gato no normal (porque no te diré anormal, hijo, es lo mismo pero suena raro) y tampoco "no normal", sino ESPECIAL, le ganaste por una nariz a la muerte. Alucina que te inyectaron adrenalina. Y si el veterinario tenía tu boca abierta con sus dedos, no era para joderte, sino para que respires más (ya estabas dejando de hacerlo). En ese momento me miraste; me quebré, me quebré como el ser endeble que por dentro soy. Me gustaría saber exactamente qué me dijiste. ¿Que no querías irte? ¿Que dolía mucho? ¿Adiós? ¿Que no me preocupara, que eres fuerte? Nunca lo sabré, siempre lo recordaré.
Que hayas revivido, por decirlo así, me dio esperanzas. Pensaba que el veneno mataba o rápido o no mataba. De hecho escuchaste a cada rato el teléfono sonar; era yo. Y me decían que ibas en mejora. Luego me dijeron que era de PRONÓSTICO RESERVADO; lo mandé a la mierda y le dije que no me venga con huevadas de médicos. Me dijo "la verdad es que no se sabe, va a tener altibajos. Hemos hecho lo que todo podíamos.
"Cuando estaba con Karina, mi mamá llamó. Contesté y no escuché nada. Sabía que era pero aún tenía esperanzas. Luego de un momento de silencio, entre su llanto pudo decir lo que menos he querido escuchar en la vida "Bruno ha fallecido". No pude responderle, empecé a llorar. No me da verguenza decirlo. Tampoco me da verguenza decir que es la primera vez que lloro una muerte, pero ¿Tenía que ser la tuya?
Mientras lloraba, recordé cuando llegaste justo para mi cumpleaños del año pasado. Mi mamá, días antes, me repetía que no quería gatos- a pesar que ella toda su vida los ha amado-. Era la estrategia para que yo ni me imaginara que, luego de comer, entre a mi cuarto y vea la pequeña cosita blanca de la que me encariñe- más de lo debido, lo sé-. Al principio eras feito, te cuento. Eras muy cabezón y orejón (hecho a mi imagen y semejanza jaja). Te fuiste una semana luego del primer día, ya que estabas muy pequeño y necesitabas a tu mami. Cuando volviste ya te las sabías todas. Corrías de aquí allá, cagabas en tu cajita de arena, sabías dónde estaban tus galletas y tu leche. Así fuiste creciendo: JODIENDO. ¡Qué bien te aprendiste tu nombre! Tenías complejo de perro: te llamaba y venías corriendo, cuando entraba al edificio, desesperado ibas a la puerta a esperarme; pero, con respecto a eso, siempre eras monse, yo iba por la puerta de la cocina y tú me esperabas en la de la sala.
En tu corta vida (1 año, 9 días) has pasasdo por 2 mudanzas. De Caracas a frente al canal 2, en donde fuiste en una cajita de zapatos- mira qué pequeño eras-. Del canal 2 ( en donde se dio la mayor parte de tu desarrollo, conociste a mi hermano, saltabas como un loco, te metiste a la casa de los vecinos y todo asustado arañaste a un gordito) a la casa de mis abuelos, en donde gozaste con el jardín, los balcones, los techos. Extrañaré de ti TODO.
Darte de comer, abrazarte, jugar contigo, decirte "no jodas", tomarte fotos, dormir contigo, llamarte y que vengas corriendo, bajarte del techo, abrirte la puerta del balcón de mi cuarto, acariciarte la panza... en fin, TODO. Qué raro que te hayas ido, ayer estabas tan alegre, tan fuerte. ¿Puedes creer que mientras bañabas a Michi, me vino un impulso y le dije a mi mamá "No quiero que Bruno muera"? Sentí algo feo. La mierda es que se cumplió.
En la noche hubo temblor. Supuse que ya estabas descansando en paz.
De más está recalcar mi dolor. En tan poco tiempo te llevaste el corazón de todos los que te conocimos. La casa está vacía, ya no hay quien le ponga color.
Hasta siempre, hijo.
PD:Esto incrementa mi dolor y, cuando lo leas o alguna perona gentil lo lea por ti, también te dolerá. En la mañana me despertaron para decirme que Michi había muerto por la misma causa que tú. Yacía inerte en el techo de la lavandería. Espero que puedan seguir siendo novios donde estén (por cierto, hace un rato también hubo temlor. Supongo que ya está contigo). Si encuentro al hijo de puta que los envenenó, lo mato.El luto no será negro, sino blanco.Perdona la cursilería. Perdona no poderte haberte dado más. Perdona no haberte salvado.