viernes, 30 de octubre de 2009

El sueño de un criollo

El 18 de octubre de 1944, el Presidente Manuel Prado Ugarteche dio la Resolución Suprema que establecía que el 31 de octubre de cada año se celebraría el "Día de la Canción Criolla" en el Perú, con la finalidad de exaltar los aires costeños de la música peruana. Pero, la idea de tener esa celebración no salió de parte de las autoridades, sino que se debió a las persistentes gestiones de un amante del criollismo, Juan Manuel Carrera del Corral, quien tenía el sueño de que nuestra canción criolla pueda tener un día en el que se le recuerde y celebre como se debe.

En mi viaje a Lima en el 2008, entre otras cosas, tenía el deseo de encontrar el nicho donde se encontraban los restos de quien hizo posible que la canción criolla tenga su día. Sabía que Juan Manuel Carrera del Corral había fallecido a fines de la década de los 50, pero, hasta ese entonces, no había podido encontrar la fecha exacta de su deceso. Gracias a los archivos de la Beneficencia Pública de Lima pude encontrar la fecha de su fallecimiento y el lugar donde se encontraba enterrado, que me guiaron para que siga descubriendo algunos detalles más sobre ese gran criollo.

Juan Manuel Carrera del Corral nació el 11 de mayo de 1904 en la ciudad de Lima. Hijo del doctor Juan Manuel Carrera, Auditor General del Ejército, y de doña María Esther del Corral, fue creciendo a la par con el desarrollo de la canción criolla por la cual llegó a tener un gran amor, cariño y pasión. El no era cantante ni músico, puesto que no sabía tocar ningún instrumento. Sin embargo, sentía muy dentro nuestra música y ese sentimiento hizo que naciera dentro suyo el deseo de hacer algo por ella; el lograr que se haga realidad, por parte de las autoridades, un reconocimiento oficial que exalte nuestro criollismo... y ése fue su sueño.

Carrera era aficionado a las corridas de toros, peleas de gallos, jaranas y, sobre todo, era gran devoto de nuestro Señor de los Milagros, habiendo sido también cargador de sus andas. Fue muy querido en vida por su bondad, caballerosidad, nobleza y don de gente que siempre demostró ser. Aunque a veces fue incomprendido, quizás por ser un soñador que tuvo un sueño difícil de que se haga realidad en esa época.

Trabajaba como operario en "El Comercio" teniendo a su cargo el linotipo de titulares. Su amor por el criollismo lo llevó a ser Presidente del Centro Musical "Carlos A. Saco". Dicho centro musical fue el primero en su género y estaba localizado en la Plaza Buenos Aires, en la esquina de las calles Acequia de Islas y Los Naranjos, actual esquina del Jr. Huánuco con el Jr. A. Miró Quesada, Barrios Altos de Lima. Se fundó, el centro musical, en el año de 1935 en homenaje a ese gran compositor, guitarrista y pianista que fue Carlos A. Saco, quien falleció el 18 de febrero de 1935 como consecuencia de una pulmonía doble que le dio dos días antes al retornar, de madrugada, de una fiesta a la que había asistido con su bohemio grupo de Cocharcas: Angel Monteverde, Victor Echegaray, Pancho Estrada, Carlos Bahamonde, Alejandro Ascoy y otros. Fueron trece de sus amigos de la bohemia, y admiradores de Saco, quienes decidieron honrar al gran compositor y músico fundando el primer centro musical del criollismo. Un año después, sucedería lo mismo con el fallecimiento de Felipe Pinglo el 13 de mayo de 1936 al fundarse, tres días después de su muerte, el Centro Musical "Felipe Pinglo".

Juan Manuel Carrera del Corral, como Presidente del Centro Musical "Carlos A. Saco", tocó una puerta tras otra en busca de apoyo para lograr su sueño. Sus amigos lo veían en ese trajinar diario que parecía una utopía, hasta que este sueño empezó a hacer eco en otros y se logró que el Presidente Manuel Prado Ugarteche diera, el 18 de octubre de 1944, la Resolución Suprema que oficializaba el 31 de octubre de cada año como "Día de la Canción Criolla".

El Señor de los Milagros, Patrón de Lima, bailó como nunca en sus andas ese 18 de octubre. Es que nuestro Señor estaba en las calles cargado en hombros de sus devotos, siendo uno de ellos Juan Manuel Carrera del Corral a quien el Señor, en su día de procesión, le concedió el milagro de ver su sueño hecho realidad.

El pueblo, jubiloso, esperaba con ansias la primera celebración oficial del "Día de la Canción Criolla" y, según informó El Comercio un día después, el 31 de octubre de 1944, a las 6 de la mañana, fue izada la bandera peruana en la sede de todos los centros musicales de Lima y Callao. A las 11 de la mañana se llevó a cabo una misa en la Iglesia del Carmen, en los Barrios Altos, en homenaje a todos los autores, compositores e intérpretes del cancionero popular que ya no se encontraban presentes en este mundo. Más tarde, a la 1 p.m., se realizó una romería al Cementerio General para colocar ofrendas florales en las tumbas de los precursores de la canción criolla. Por la tarde, desde las 3 hasta las 5 p.m., se realizaron audiciones musicales en los establecimientos penales.

La ceremonia central de esa primera celebración del "Día de la Canción Criolla" se llevó a cabo a las 7:30 p.m. en el local del Centro Musical "Carlos A. Saco", en la Plaza Buenos Aires de los Barrios Altos. Dicha Plaza se encontraba atiborrada de gente que había asistido, desde todos los rincones de Lima y Callao, a celebrar el día de la canción popular. El Presidente Manuel Prado Ugarteche se hizo presente en dicha celebración y luego de entonarse el Himno Nacional se presentaron Teresita Arce, Carlos Pacheco con el conjunto de cuerdas del Centro Musical Carlos A. Saco, Rosa Ascoy con su conjunto, Luis Pardo (hijo) y los hermanos Azcuez. Como la gente que se encontraba en la Plaza no paraba de demostrar su euforia por tan magno acontecimiento, dando también muestras de agradecimiento al señor Presidente, éste salió al balcón del Centro Musical "Carlos A. Saco", que daba a la Plaza Buenos Aires, para corresponder a los significativos testimonios de afecto del pueblo a su persona.

La celebración no quedó allí sino que de 9 a 11 p.m. se llevaron a cabo verbenas y audiciones en diferentes sectores de Lima y Callao. Los centros musicales "Felipe Pinglo", "Pedro Bocanegra", "Carlos Valderrama", "Tipuani", "Victoria" y "Mariano Melgar" estaban repletos de gente que celebraba el día de la música del pueblo. En el Callao también celebraron la fiesta con el elenco del Centro Social Ferroviario del Callao. Los periódicos de los días siguientes mostraban fotos con mucha gente afuera de los locales nombrados, que no habían podido entrar debido a que los locales aquellos estaban repletos.

Los años siguientes se vio a Juan Manuel Carrera animando fervorosamente nuestra canción criolla, especialmente en su día. Pero, un día trágico para la canción popular, cuando Carrera aún se encontraba con muchas fuerzas y motivos porque vivir, luego de tener una operación quirúrgica de urgencia, dejó de existir en el Hospital Obrero a las 11 de la noche del domingo 3 de mayo de 1959. Dejó una esposa, Inés Ballesteros de Carrera, y cinco hijos: Celia, Inés, Cecilia, Ramón y Juan.

Al fallecer Juan Manuel Carrera del Corral, el criollismo quedó de luto porque había partido uno de sus más entusiastas y queridos seguidores. Sus restos se encuentran en el cuartel San Joaquín 52-D del cementerio Presbítero Maestro de Lima. Con Raúl Montes, nieto de Eduardo Montes del dúo Montes y Manrique, visitamos el nicho de Juan Manuel Carrera del Corral, durante mi visita a Lima, para tomarle una foto al nicho de ese gran criollo y brindarle nuestro homenaje por lo que hizo en bien de la canción criolla.

Este 31 de octubre en que se suele festejar el "Día de la Canción Criolla" y recordamos a los pioneros de nuestra música, así como también a todos aquellos que la engrandecieron; alentando y apoyando a la vez a los valores actuales, recordemos y brindemos también por ese personaje criollo, sencillo y soñador que, siguiendo un sueño que tuvo, pudo hacer que los peruanos tengamos un día en el calendario para la celebración de la canción criolla: Juan Manuel Carrera del Corral.


Dario Mejia
Melbourne, Australia

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