El cadáver de David Morales en su velatorio. | Primera Hora
Rui Ferreira | Miami
Actualizado miércoles 28/04/2010 19:52 horas
Además del arma, un delincuente puertorriqueño tenía otro objeto favorito: su motocicleta. Una bella Honda, pintada con los colores de la multinacional española Repsol, en la cual se desplazaba continuamente en su trabajo de mensajero.
Y sus familiares sabían que David Morales Colón, de 22 años, quería tanto a su Honda que cuando fue asesinado hace dos semanas por sicarios, en Santurce, uno de los barrios de San Juan, se aparecieron en la funeraria con la motocicleta y exigieron que fuera velado sentado en ella, como si todavía estuviera cabalgando por las calles.
Los empleados de la funeraria Marín se prestaron a cumplir con lo que parece ser la última voluntad del muerto, el cual, según la policía, estaba fichado por violación de la Ley de Armas y lo más probable es que lo mataron en un ajuste de cuentas.
El cadáver de Morales Colón fue expuesto al público, que lo visitó en masa durante dos días. Sin embargo, no fue enterrado con la moto, que estaba valorada en 14.000 dólares.
No es la primera vez que la funeraria Marín complace el gusto peculiar de los occisos. En el año 2008, tuvieron el caso del 'muerto parao', Ángel Luis 'Pedrito' Pantojas Medina, otro joven con antecedentes penales a quien mataron de 11 disparos y cuya obsesión en la vida era que lo velaran 'parao' (de pie).
Y así fue, primero lo embalsamaron y después lo amarraron a la pared por la cintura, el torso y la cabeza, vestido como un 'rapero', su indumentaria favorita.
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