Condoray: 50 años trabajando por el desarrollo integral
de la mujer de Cañete
La Municipalidad de Cañete otorgará la Medalla Cívica de la ciudad al
Centro de Formación Profesional para la Mujer Condoray, obra corporativa del
Opus Dei, con motivo de cumplir su 50 aniversario. Esta distinción tendrá lugar
en el marco de una Sesión Solemne el próximo 24 de mayo, a la que asistirán autoridades locales y
distintas organizaciones de mujeres.
El programa central de celebraciones también comprende una Misa de
Acción de Gracias en el santuario Madre del Amor Hermoso el domingo 19 de mayo
y el izamiento del Pabellón Nacional en la Plaza de Armas de Cañete, el 26 de
mayo.
Condoray recibirá este reconocimiento por haber logrado el desarrollo
integral y sostenido de 25 mil mujeres del valle de Cañete; la creación de
fuentes de trabajo con la capacitación de más de 4 mil microempresarias y la
inclusión social de 10 mil jóvenes de escasos recursos que se desempeñan como profesionales
exitosas en distintas ciudades del país.
Desde su fundación, el 23 de mayo de 19 63,
no sólo se dedica a lograr el
bienestar material de la mujer sino a promover las condiciones necesarias para
que ella, haciendo uso responsable de su libertad, perfeccione todas sus
aptitudes y capacidades y sea capaz de contribuir a la solución de los
problemas de su comunidad. El objetivo que persigue es ofrecerle una educación
integral que comprende todas las dimensiones de la persona, entre ellas las
espirituales y morales.
“Estamos convencidas de que no hay desarrollo sin
educación. La clave
para lograr una verdadera promoción de la mujer en estas tierras ha sido
ofrecerle programas integrales, centrados en la educación”, dice Milagros
Panta, Directora Ejecutiva de este Centro.
“La misión de Condoray consiste en desarrollar en las personas
capacidades que les permiten convertirse en agentes de desarrollo y salir de su entorno
personal hacia los demás. Se fomenta en todas un afán de servir en sus hogares,
en sus puestos de trabajo y donde se encuentren”, añade.
Otras actividades previstas en el marco del 50 aniversario son:
encuentro de ex alumnas el 2 de junio y el VII
concurso gastronómico “Sabores de Cañete 2013”, en el que se otorgará el
premio “Teresa Izquierdo: talentos juveniles de la cocina peruana”. El jurado
calificador estará integrado por reconocidos Chefs como: Flavio Solórzano, James Berckemeyer,
Rafael Piqueras, Mitsuharu Tsumura, José del Castillo, Jana Escudero, Nilo do
Carmo, Dani Manrique, Elena Santos izquierdo, Jhonny Schuller, Nadia Abusada de
Becerra, entre otros.
En el mes de septiembre tendrá lugar el seminario
internacional: “Mujer: retos de desarrollo en el nuevo milenio” en el que se
abordará entre otros temas: la mujer como agente de cambio en la sociedad, la educación como vía de desarrollo e
inclusión social y la Familia como
escuela de humanidad y ciudadanía. En el mes de noviembre se ha previsto
el “III Concurso Microempresaria Cefem” en
el que las participantes serán evaluadas
por empresarios de prestigio de Lima y Suiza.
Cefem: Mujeres que hacen empresa
Un aporte de Condoray ha sido fomentar la creación de microempresas, a
través del Centro de Formación Empresarial para la Mujer (CEFEM), programa que
se puso en marcha el 11
de junio de 2005 . Desde sus inicios, 4,595 mujeres han participado
en distintos cursos de capacitación, asesorías personalizadas y han creado sus
propios negocios, mejorando así la calidad de vida de sus familias.
El Cefem ofrece servicios de
desarrollo empresarial para crear una empresa o mejorar la competitividad de
los negocios. Utiliza una moderna metodología de enseñanza que desarrolla
habilidades empresariales e incorpora la experiencia práctica de las
microempresarias. Todos los cursos incluyen programas de desarrollo personal y
familiar que ayudan a las mujeres a realizar su trabajo con calidad y espíritu
solidario.
Protagonistas de su propio
desarrollo
Condoray también ha formado promotoras rurales, mujeres líderes que
viven en las comunidades y reciben formación integral, que replican luego en sus pueblos, con el objetivo de lograr
mejoras educativas, familiares y sociales. La mujer que tradicionalmente no
participaba en la vida de la comunidad, se ha convertido en protagonista de su
propio desarrollo.
A lo largo de estos 50 años ha proporcionado programas educativos y
refrigerios infantiles a 20,617 niños y
ha logrado alfabetizar a 7,099 mujeres mediante una metodología innovadora. La
experiencia de este programa se ha plasmado en una Cartilla de Alfabetización
publicada en el 2003, que constituye un aporte al país y es única en su género.
Los programas de desarrollo rural que ha puesto en marcha son: promotoras
rurales; mejoramiento de vivienda; refrigerios infantiles, Niño a niño; liderazgo
y desarrollo comunal; cuidado del medio ambiente, Habilidades productivas; Desarrollo personal y familiar y
Voluntariado nacional e internacional.
Además, en su Instituto ofrece carreras técnicas para jóvenes, de tres
años de duración: secretariado Ejecutivo, administración de Servicios de
Hostelería y Contabilidad, que responden a la demanda de profesionales. Las
alumnas reciben una atención personalizada y una exigente preparación
profesional que les permite incorporarse con rapidez al mundo laboral.
Condoray también diseña y ofrece Programas de responsabilidad social
(RS) en función a las necesidades de las empresas tanto de la región como de
otras ciudades del país, en los que aporta sus 50 años de experiencia en la
formación integral de la mujer. Entre otros se pueden mencionar. Autogestión de
proyectos comunales; talleres de desarrollo integral; cuidado del medio
ambiente; fortalecimiento empresarial (creación de microempresas, consultoría
de negocios, jóvenes emprendedores, capacitación en pastelería y procesamiento
de frutas), liderazgo participativo y mujer líder.
Solidaridad internacional:
Más de 1,055 jóvenes de Canadá,
Inglaterra, Alemania, Irlanda, Francia, Bélgica, Austria, Irlanda,
Italia, Suecia, Japón, Paraguay, Suiza, Chile, Singapur, Nueva Zelanda,
Australia, Estados Unidos y España, han venido a trabajar
en los poblados de Cañete. Las
universitarias realizan campañas médicas y odontológicas; dan clases sobre nutrición, primeros auxilios,
costura y cocina. A través de canciones
y obras teatrales enseñan hábitos de
higiene y urbanidad. Los distintos
grupos internacionales han financiado refrigerios infantiles, alimentos y medicinas
básicas para los más necesitados.
Con la ayuda de muchos:
Desde una casa muy rústica en la calle Sepúlveda, cerca de la plaza de
Armas de Cañete se escribieron las primeras páginas de la historia de Condoray.
Se comenzó con una pequeña Escuela Hogar, donde se daban clases de artesanía,
costura y cocina.
Condoray salió adelante con la ayuda de muchos: el panadero que prestaba
su horno para fabricar pan dulce en las navidades, las caseras y carniceros del
mercado que regalaban algunos productos, las señoras que daban clases y
organizaban festivales para obtener algunos fondos. Muchas historias personales
hay detrás de múltiples gestiones para apoyar esta labor; personas de corazón
grande que al sentirla muy suya, contribuyeron eficazmente a desarrollarla.
En 1965, Condoray comienza a
ofrecer carreras técnicas con valor oficial, para frenar la migración de la
población juvenil a la capital. En 1970 se instala la nueva sede que poco a
poco, con la ayuda de muchas personas ha ido creciendo.
En 1972 se crea el
Departamento de Promoción Rural y se inician investigaciones en 40 comunidades
campesinas, comenzándose a trabajar con las primeras promotoras rurales. Se
ponen así, los fundamentos de los Programas de Desarrollo Rural de gran alcance
que funcionan hoy. Paralelamente se extienden los Programas Académicos y en
1994 se inicia un Instituto
Superior Tecnológico, con instalaciones equipadas con moderna tecnología para
formar a las jóvenes de Cañete.
Impacto en la mujer y en la
familia
“Condoray ha centrado sus esfuerzos en educar a la mujer y en descubrir sus talentos. Ponerla como
centro y protagonista en el desarrollo de los programas ha sido muy efectivo y
ha tenido un efecto multiplicador: ella
transmite lo que ha aprendido a su familia y a su entorno, impulsando así el
progreso de la sociedad”, expone Milagros Panta.
La labor de Condoray ha sido posible gracias al aporte de muchas
personas tanto del Perú como del extranjero, que han facilitado no sólo ayudas
sino tiempo y dedicación personal para
sacar adelante este proyecto social. Han apostado por esta institución y
han reconocido que su eficacia se debe no sólo a su organización. La sostiene
un espíritu, unos pilares que corresponden a las enseñanzas de San Josemaría: el respeto a la persona y a
su dignidad; el amor a la verdad; la libertad y la responsabilidad personales,
la solidaridad y el trabajo bien hecho.
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