jueves, 20 de marzo de 2014

PERIODISMO, VERDAD Y VOCACIÓN

Hace 48 años, cuando a mi padre le dije que quería estudiar la profesión de periodismo me dijo que él no quería mantenidos en casa, que era una profesión de chicos gagá que sus padres tendrían que pagar eternamente las cuentas.
Pasaron los años, y pasé por muchas cosas y tareas, ventas, mecánico, electricista, cajero de banco, administrador y hasta Alcalde, todas me dieron satisfacciones pero en mi alma y corazón siempre había un espíritu alegre que quería descubrir las cosas, saber más de ellas, investigarlas.
En La banda que escribía torcido, la imprescindible historia del Nuevo Periodismo firmada por Marc Weingarteny publicada por Libros del K.O., encontramos múltiples ejemplos de cómo el periodismo —como cualquier otra tradición intelectual— se construye como una sucesión de artesanos que aprenden de otros artesanos, de maestros y discípulos, de referentes clásicos y de nuevos faros contemporáneos.
No es tan frecuente como uno se imagina, pero hay quien atesora una fuerte vocación mediática. Hay quien desde siempre ha deseado ser periodista. En esos casos no hay nada que hacer: no tiene ningún sentido quedarse encerrado en el armario. Sal de él. Sé periodista. 
Hoy lo sé y en realidad me llena las venas de sangre, de fuerza, de pulsaciones, de energía y de sabor a vida. 
Hoy no me llamo periodista ni comunicador, soy tan solo un Opinólogo (término acuñado por Humala) pero soy feliz.

Hago este preámbulo para reseñar un poco la pasión que siento por lo que vengo haciendo por más de 10 años en radio y TV y también como declarar el dolor que aun siento en el cuerpo después del maltrato recibido ayer.
Fui a cubrir una información, solo como suelo hacerlo en los días de semana, y me encontré con un grave problema de abuso de parte de las autoridades del Distrito de Mala, realicé algunas entrevistas cuando, de un momento a otro, un grupo de integrantes de construcción civil, trabajadores de la “obra” , avalados por los serenos y 4 policías empezaron a agredir a un abogado defensor de uno de los vecinos víctimas del abuso, llegué con mi cámara y fui insultado y luego, al tener la cámara en alto (como se puede ver en las fotos) me golpearon las costillas, por la espalda y las piernas, de manera que querían que baje la cámara y quitármela.
Pude bajarla y meterla en mi canguro, pude pasar ese momento difícil y salí raudo, monté en una minivan y partí rumbo a la capital de la Provincia, adolorido, sin dinero pero con la pepa, con la noticia que este domingo sacaré en el programa en TV SIN LIMITE.
¿Vale la pena el riesgo? En casa se preocupan, se asustan, mi estado de salud no es bueno pero SI VALIÓ LA PENA, realmente tengo filmadas escenas de abuso, de mal uso del poder y especialmente, voy a poder demostrar al Mundo Entero como algunas autoridades usan a delincuentes para tratar de callar a la prensa y a los vecinos que opinan diferente a ellos.
El periodismo es pasión, es investigación, lástima que algunos lo han convertido en una cloaca donde sólo el que pone dinero tiene derecho a opinar y a ser reconocido.
Cubrimos nuestro material, estas fotos han sido sacadas de la filmación que colgaremos en los medios, resulta ser nuestra única defensa y prueba, lástima que los colegas no se pronuncien, temor a que se les caigan los contratos de campaña?
Nosotros somos LA VOZ DE LOS SIN VOZ somos SIN LÍMITE del Grupo Deprimera.com y nuestro compromiso va con la verdad




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