viernes, 23 de octubre de 2009

Todo tiene su tiempo, y que todo cuanto nace bajo el sol su momento

Dice el libro del Eclesiastés que todo tiene su tiempo, y que todo cuanto nace bajo el sol su momento. Y siento que una etapa de mi vida ha tomado a su fin, y que estoy en otra nueva que apenas estoy vislumbrando, una en la que mi propio yo será diferente, donde el proyecto Atman se actualizará una vez más mientras no logre vislumbrar a Brahma, hasta llegar al final del camino de la remembranza.

Oremos:
Hay un tiempo para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
Un tiempo par nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
un tiempo para llorar y un tiempo para reir,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
un tiempo para buscar y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
Eclesiastes 3, 1-8
Pongámosle una vela a la eternidad.

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