
Leer a Guillermo Giacosa es leer la cruda realidad de lo que sucede en el Mundo. Hoy nos aterra en Perú 21 con el tema que se expone a continuación, que será de Emapa Cañete Privatizada?

No aprender significa curar la enfermedad con las recetas que la provocaron. Creen, supongo, que la crisis tiene efecto vacuna, es decir, inmuniza contra otras crisis. Desafortunadamente, el argumento biológico no funciona en este campo. Por el contrario, una crisis cuyas causas no son atacadas en sus raíces –que, en este caso, descansan en una ideología que rescata lo peor de la soberbia humana– volverá a repetirse una y otra vez hasta que aprendamos la lección. Habrá que ver si cuando la hayamos aprendido tendremos todavía planeta en condiciones de brindarnos una nueva oportunidad.
No exagero un ápice. No son pocos los economistas que anuncian la formación de una nueva burbuja que empalidecerá la ya monstruosa que crearon las hipotecas subprime.
Cuando digo soberbia, quiero decir que los seres humanos, habitantes de un planeta casi insignificante, se comportan como si los bienes de este mundo fueran inextinguibles y como si la atmósfera estuviera blindada para asegurar nuestra supervivencia. Prevalece, incluso entre no pocos cultos profesionales, un sentimiento de omnipotencia que no se compadece de la realidad. El planeta está en terapia intensiva. Seguir explotándolo irracionalmente significa acortar los tiempos para que de terapia intensiva pase a la morgue. El agua es, si pretendemos que nuestros hijos no calmen su sed con goteros, uno de los elementos centrales en esta lucha por la supervivencia. Entregarla al capital privado es ponerla en manos de quienes pretenden seguir festejando el carnaval en la sala de terapia intensiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario